martes, 26 de mayo de 2009

AH1N1: GANADORES Y PERDEDORES


La alarma mundial asociada a la aparición, en el mes de abril, de una nueva cepa del virus de la influenza ha, provocado una alerta epidemiológica global, ante la posibilidad de que esta mutación viral, sea la tan anunciada pandemia mortal que espera desde hace varios años la organización mundial de la salud (OMS).Se rememora en reportajes de toda índole, la famosa pandemia de influenza española que mató más de 50 millones de personas a principios del siglo 20 y, se implementan las medidas recomendadas por los organismos internacionales de parte de las autoridades locales y a veces, vemos como la discusión de aparición de casos o no, se degrada hasta enmarcarla en las diferencias políticas. Hoy día, hay más preguntas que respuestas sobre el H1N1. Una de las más grandes interrogantes y que no ha podido ser respondida por los que tratan el tema es : ¿por qué Ciudad México, con una población hacinada de más de 23 millones de personas, viviendo en un valle contaminado, no ha presentado los niveles de infectados y letalidad que se pronosticó desde un principio?.México, como país, es sin lugar a dudas el principal perdedor. Se calcula que disminuirá el 1% del PIB. Sólo a causa de este virus, la actividad turística ha bajado considerablemente. Sus ciudadanos han sido discriminados en diferentes países y pronto nos parecerán ridículas las imágenes de una población con cubre-bocas quirúrgicos en plenas calles realizando sus actividades cotidianas. El país que presenta hoy día mayor número de casos son los Estados Unidos de América. Sin embargo, las cifras estadísticas, instrumento necesario para calcular el riesgo de cualquier enfermedad, muestra una expansión del virus menor a la de la influenza estacional, una mortalidad aproximada de 0.5%.Sólo en estados unidos cerca de 35.000 personas mueren cada año de complicaciones de la influenza, la cual tiene una tasa de mortalidad de 1-2%. A pesar de ser la población más afectada en términos nacionales, no hemos escuchado de ningún ciudadano de ese país que haya sido discriminado por esta razón, ni que ninguna línea aérea norteamericana haya sido impedida de volar a ningún país del mundo. También, a pesar de la gran cantidad de infectados en la ciudad de New York, área densamente poblada, tampoco se ha incrementado a niveles alarmantes la diseminación del en esa ciudad.Los países en vías de desarrollo podrían ser grandes afectados del bombardeo de informaciones sobre el H1N1, el cual ha provocado la inversión de grandes recursos económicos para controlar la pandemia de un virus, que está demostrando ser menos peligroso que el virus de la influenza común y corriente. Son nuestros países, los que, para proteger nuestra industria turística de la promoción negativa de nuestros productos y la discriminación contra nuestros nacionales de parte de los pac161ses desarrollados, hemos tenido que hacer ingentes esfuerzos económicos, desviando recursos que podrían ser utilizados en prevención y cura de padecimientos que son verdaderos problemas de salud para nuestras poblaciones.El H1N1, ha demostrado hasta ahora, ser menos letal que el dengue, la malaria, la influenza estacional, la enfermedad diarreica aguda y otros padecimientos que diezman cada año a nuestra población más pobre y vulnerable. (Continuara…..) (El autor es Médico Anestesiólogo y Director Ejecutivo de la Comisión de Reforma para el Sector Salud-CERSS)

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