El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), crece y se fortalece como entidad periodística bajo la dirección de un grupo de connotados informadores públicos que tienen como meta convertirlo en un instrumento de formación y de defensa de sus miembros, con el objetivo de que estos mejoren sustancialmente sus condiciones de vida junto a sus familiares.
Un grupo de comunicadores hastiados por el descrédito del gremio periodístico consecuencia de las acciones reprochables que en su nombre se cometieron, después de grandes esfuerzos decidieron confiarle la desacreditada entidad a los periodistas y comunicadores Arcadio B. Rojas, Ramón Arturo Méndez, Dulce Jiménez, Niwlbi Reyes, Fernando Moronta, Robinsón Durán, Ricardo Armando López, Luz del Alba Arroyo y Francisco Bidó, logrando en poco tiempo sacar del “fango” al SNTP.
Los miembros del Comité Ejecutivo trabajan con decisiones consenso para lograr el fortalecimiento definitivo del sindicato se reúnen todas las semanas para planificar las acciones a ejecutar, logrando en menos de tres meses hacer dos asambleas generales e institucionalizar el pago de la cuota, cosa que nunca se había logrado, encaminando al SNTP a convertirse en una institución respetable.
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