martes, 1 de marzo de 2011

Danilo Medina, Sucesor de Grandes Líderes RD


En el espacio político de nuestra República Dominicana gravitan y han gravitado grandes figuras que han incidido en la vida pública de manera decisiva. Hombres y mujeres de gran personalidad, con una trayectoria limpia, que por más que lo hayan juzgado o lo hayan cuestionado sus adversarios, su vida han sido ejemplos a seguir por la mayoría de los dirigentes que nos quedan en todos los campos de la vida y por la mayoría del pueblo; con un accionar que no se les pueden tachar de corruptos o prevaricadores o tildarlos con frases aberrantes.Edward García, Presidente de la Juventud Peledeista (JPLD)
WWW.EDWARDGARCIA05@HOTMAIL.ES 809-905-0804)
También hemos tenido la fortuna de tener a tres de los más connotados políticos, coincidiendo en el mismo tiempo aunque actuando en parcelas diferentes.
Tres figuras cuyos paso por esta tierra en el pasado siglo XX hicieron del país el centro de atención de Latinoamérica y casi el resto del mundo; debido tan solo a que el planeta que vivimos no existe país alguno que haya parido a tres genios de la política, tres líderes indiscutibles viviendo como dije en el mismo escenario al mismo tiempo como lo fueron: José Francisco Peña Gómez, del Partido Revolucionario Dominicano, el Dr. Joaquín Balaguer del Partido Reformista Social Cristiano y el Profesor Juan Bosch, el único en el globo terráqueo en fundar dos partidos políticos y llevarlos a ambos al poder.
El Partido de la bandera morada con la estrella amarilla quien fuera el segundo de los fundados por Bosch ha sido más que un partido, ha sido una escuela. Los principios hostonianos del profesor Bosch hicieron que en el PLD se formaran los líderes de la presente generación, quienes adoptaron la corriente bochista para tomarla como modelo a seguir en un tiempo en donde prevalecía las incertidumbres y el desasosiegos generado por algunos políticos que lo estaban sembrando como un ejemplo de permanencia en el poder pero que no llevaba la nación a ningún camino por lo que fue desplazado por el modelo de Bosch encarnado en el Partido de La Liberación Dominicana.
El ayer nos puso a estas tres figuras públicas impactantes, el hoy nos pone a dos figuras públicas tan impactantes y sobresalientes como los tres anteriormente mencionados aunque en un mundo y un estilo de vida muy diferente al vivido por sus antepasados. En un mismo partido, en un mismo escenario conviven dos figuras prácticamente irrelevantes: uno que ha sido un alumno sobresaliente del profesor Bosch, ocupando la jefatura del estado en tres ocasiones trayendo consigo la tan anhelada paz después de la tormenta como dice el refrán y llevando la patria a ser conocida en todos los rincones del planeta atrayendo con ese hecho todos los beneficios que significa estar en la globalización del presente siglo. El otro alumno doblemente sobresaliente ya que a mi humilde entender ha demostrado con hechos seguir los lineamientos y principios de Juan Bosch los cuales se podrían simplificar en: desarrollo, educación, salud y un mejor bienestar y un mejor modus vivendi para todos los dominicanos como era el sueño de nuestro fundador y eterno líder, el profesor Juan Bosch.
El hombre de quien les hablo, está destinado a suceder en el poder a su hermano político y compañero de partido para seguir encaminado nuestro territorio por el camino del bien, para que los campos se sigan llenando de frutos, para que siga sembrando el país de buena salud, de buena educación, de calles, avenidas y caminos vecinales, de puentes y elevados, para que el país se siga caminado por el camino del progreso y de oportunidades para todos sus ciudadanos. Ese hombre tiene un nombre y un apellido, ese hombre tiene el don de la sabiduría para saber discernir entre el bien y el mal, ese hombre tiene dos familias, la suya propia compuesta por su mujer y sus hijos y su otra gran familia que es la patria, compuesta por todos nosotros sus hermanos dominicano.
Ese hombre tiene un compromiso solemne con sus dos familias. Su primera familia: su mujer y sus hijos han probado de la miel que emana de sus manos, ya su mujer y sus hijos conocen su lealtad, su bondad y la pureza de sus sentimientos, ahora le falta a su segunda familia que es el pueblo dominicano el cual muy pronto va a tener y va palpar en carne viva el progreso, la dignidad y el decoro que significa tener a un líder como Danilo Medina dirigiendo los destinos de la nación.

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