viernes, 25 de marzo de 2011
El Autismo en Rep. Dom.
El autismo, es una enfermedad psicológica infantil caracterizada por la tendencia a desinteresarse del mundo exterior y a ensimismarse ¨. Al parecer esta es una enfermedad congénita ya que nuestro país, la viene padeciendo desde nuestro descubrimiento. ¡Ya no somos niños!, ¡ya somos un territorio con más de quinientos años de edad!; pero todavía seguimos viviendo como autistas en lo relativo a la política de estado, a la justicia y a los manejos de las cosas públicas. Edward García: Presidente del Intermedio AG y de la Juventud Peledeista (JPLD)
www.edwardgarcia05@hotmail.es 849- 457-0408 Dicha enfermedad se combate a través de la psicoterapia, cosa que nuestros intelectuales, nuestros juristas y nuestros políticos parecen haber aprendido muy bien y nos la dan todos los días.
“De buenas intenciones está trillado el camino del infierno ¨ como dice el dicho popular. Digo esto porque desde 1492 hasta la fecha, hemos tenido muchas personas que han intentado casarse con la gloria y han logrado, de manera efímera; cambiar un poco el curso de la historia aunque después, el tiempo y el desapego de los compueblanos, se han encargaron de borrar esas buenas acciones y que volvamos a los mismos males como los que estamos viviendo hoy día”.
Los indios fueron los primeros en padecer de este mal, ya que ellos se mostraron sumisos y escépticos ante la llegada de los españoles, motivo por el cual los invasores le fue mucho más fácil dominarlos, utilizarlos como instrumento de carga y violar sus mujeres, hasta llegar al punto de hacerlos desaparecer como raza de este territorio; forzando entonces a que tuvieran que traer esclavos africanos para poder suplir el trabajo forzado a que fueron sometidos nuestros aborígenes. Trescientos años después, con la proclamación de nuestra independencia y la creación de una nueva nación que se iba a llamar “República Dominicana”, llegó otra forma de autismo por parte de los habitantes de aquel entonces.
Ciento sesenta y seis años más tarde seguimos con la misma problemática. Los de arriba, los letrados, maltratando y burlándose de la inteligencia de nuestros pueblos. Los políticos llevándose siempre lo mejor de nuestro país, nuestras riquezas minerales, nuestras riquezas intelectuales y nuestras riquezas naturales. Desde nuestro descubrimiento hasta nuestros días se ha repetido la misma historia. Solo hemos tenido pausas y luego continuamos por el mismo camino. Pausas como la de Enriquillo que sacó la cabeza por los indios, o como la de Núñez de Cáceres que proclamó la independencia efímera, o la de Duarte y los trinitarios que nos dieron nuestra identidad, o la de Gregorio Luperon, restaurando la república. Pausas en nuestra historia que luego se echan al saco del olvido y después nos llevan al mismo limbo que quieren que estemos.
A menudo vemos como la justicia se hace la ciega cuando se trata de una persona adinerada o con relaciones políticas. También vemos aun mas a menudo como los políticos hacen y deshacen cada vez que llegan a ocupar un cargo o una posición publica. Además vemos como nuestros estudiosos o intelectuales a menudo juegan con nuestras mentes, queriéndonos meter gatos por liebres. Todavía no ha habido un periodo presidencial o un presidente que haya salido impune, libre por lo menos de acusaciones. Todos, de una manera u otra han salido deshonrados y no precisamente por parte de ellos, sino más bien por parte de sus seguidores, los hombres y mujeres que les ha tocado trabajar con dicho gobierno. En la mayoría de las veces, vemos a funcionarios intolerantes, adoquines, que se quieren vestir de respeto cuando en realidad son verdaderos truhanes.
Este síndrome, si se le puede llamar así; al parecer solo ataca a los habitantes de los países subdesarrollados; pero sobre todo para los desafortunados que nacemos sin más fortuna que las de nuestros brazos los que tenemos que utilizar a diario para trabajar duramente para poder mal vivir, y aún así no podemos darles el pan de la enseñanza a nuestros hijos porque el sistema que nos ha tocado vivir fue diseñado para que sea de esa forma. El mismo sistema que cuando se trata de beneficiar al obrero o al pueblo, nos pone zancadillas, tan solo para que un grupito de arribistas, trepadores y, vividores que dictaminan y hacen la distribución de manera muy desigual nuestras riquezas vivan como unos reyes.
Estamos viviendo los inicios del siglo XXI y todavía en nuestro país no se han resueltos problemas tan elementales como el de la energía eléctrica, de la salud, de la educación, de la contaminación ambiental provocado por el ruido de los vehículos y la deforestación y otras tantas cosas de nuestro diario vivir que ya hacen muchos años que fueron erradicadas en otras naciones tanto de otros como de nuestro continente. ¡Pero claro!, los que pueden hacer el cambio, prefieren seguir dándonos las mismas terapias para que se siga desarrollando ese mal en nuestros ciudadanos, y nosotros, ¡somos tan tontos que los seguimos escuchando! y no hacemos un esfuerzo en común para crear el antídoto perfecto para fumigar a los culpables del autismo en la República Dominicana.
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