martes, 15 de marzo de 2011

El Malogrado Rio Moca


El otrora Río Moca, ese mismo que cuando niño nos sirvió de escenario para el juego de pelotas en sus orillas y que tanto calor nos quitó en esos días calurosos y soleados; hoy languidece ante la mirada indolente e indiferente de: autoridades de medio ambiente y recursos naturales, del ayuntamiento, de los diputados, de los senadores, de los clubes sociales, de las iglesias, de las entidades publicas y privadas, de los que viven en los alrededores de su cause; de todo aquel que no sienta mi sentir, de todo aquel que no sueñe como yo en verlo fluir libre de impurezas y contaminación como en tiempo pasado. Edward García: Presidentes del Intermedio (AG) y de la Juventud Peledeista (JPLD)
www.edwardgarcia05@hotmail.es 849-457-0804
¿Cuando volveremos a aquellas carreras de barquitos de papel en sus corrientes o a tirar patadas en el charco los palos, o a deslizarnos en las resbaladizas peñas del charco de su mismo nombre o a ver esos bellos atardeceres sumergidos en un charco cualquiera de los tantos que se formaban a todo lo largo y ancho de su recorrido?
Quizás me digan soñador, iluso por demás, por anhelar que nuestros hijos vivan esos hermosos recuerdos de nuestro río, o que ellos disfruten de los tantos cocinaos que hacíamos en las playas de arena y pequeños oasis que dejaba a su paso en esas famosas crecidas en las temporadas de lluvia. Las heces fecales que emanan de las letrinas que desaguan en sus aguas dejando un hedor nauseabundo a su paso, las basuras que día a día se arrojan a su lecho, la depredación de los árboles en todo su trayecto así como la extracción de sus arenas; son las culpables de que hoy nuestro río este agonizando y que mis sueños se estén muriendo. Soñador o iluso, por pretender que vuelvan los domingos de picnic, el juego de la plaquita, las pancadas, la resistencia de buzo, las pescas con arpón, con anzuelos o mosquiteros; los locrios de jaibas, los pescados fritos o la sopa que ya forman parte de su pasado.
El foco de contaminación en que se ha convertido el río en la actualidad es lamentable y lo más preocupante de todo es que al parecer no tiene doliente. Se ha hablado mucho del tema pero se ha hecho muy poco y mientras tanto seguimos observando como su caudal ha ido disminuyendo progresivamente hasta convertirlo en un riachuelo a punto de desaparecer.
Iluso o soñador, por estar predicando en el desierto de las mentes y mentalidades de los inconscientes, de los hombres, mujeres y niños que con su accionar destruyen uno de los recursos naturales mas preciado del planeta. Sin agua no hay vida. Cada río que perece es como si nos estuvieran arrancando un pedazo de nuestras vidas. No soy un experto o un entendido en materia de medio ambiente y recursos naturales pero si soy una persona que vivió las delicias y los placeres de nuestro río. Aprendí a nadar en sus tibias aguas, viví y disfrute como los de mi generación de sus aguas cristalina, de los baños vespertinos. A la sazón, fui testigo ocular de las furias de sus corrientes, observando como arrastraba grandes troncos, grandes árboles, como derribaba casas, como penetraba a las mayorías de los hogares de aquel entonces, quizás en venganza o prediciendo lo que nos podría pasar en el futuro si seguimos destruyéndolos de la forma indiscriminada en que lo estamos haciendo.
Esto no es una reflexión, ni un consejo, ni pretendo con esto llevar conciencia; esto es solo el deseo que tengo de que la presente generación sepa, entienda, viva y disfrute lo que fue y lo compare con lo que es el Río Moca hoy. Existe un antes y un después. Lo que ayer fue hoy no será pero el mañana podría ser mejor si todos trabajamos con un mismo propósito.
No dejemos que nuestro río muera, no sigamos arrojando desperdicios ni materias fecales a sus aguas ni a su entorno, mañana nos lamentaremos. No debemos seguir con la contaminación, no debemos seguir depredando los árboles que son sus afluentes naturales. Debemos parar a todo costo esta práctica si queremos salvarlo.
Pueblo de Moca, autoridades de medio ambiente y recursos naturales, diputados, senadores, clubes sociales, iglesias, entidades publicas y privadas o a quienes sientan mi propio sentir, paremos ya, pongámosle freno, no sigamos permitiendo que destruyan nuestros ríos. Hagamos un frente común para que preservemos este y todos los recursos naturales que nos quedan, vamos a dejarles a nuestros hijos y nietos una Moca con el río que teníamos 20 años atrás, vamos a dejarle al país un futuro sin contaminación, con aguas de ríos limpias, puras y cristalinas. Aun tenemos tiempo de salvar nuestros recursos naturales. Solo quiero que: hagan de mi sueño el sueño de todos ustedes, que sembremos hoy el futuro del mañana y creo sin temor a equivocarme, que la mejor manera es preservando los recursos naturales, en este caso el malogrado Río Moca.

Edward García, Presidente del Comité Municipal de la Juventud (JPLD)
Publicado en las polisociales el 19 de julio de 2010

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