lunes, 14 de junio de 2010
JUAN CEPEDA,VARGUITA Y YO
Leí con asombro la repuesta ofrecida por Varguita a un artículo, escrito por un distinguido mocano, quien en años atrás se dedicó a poner sus conocimientos al servicio de la educación, me refiero al profesor Juan Cepeda; la admiración que hago referencia, me ha llevado a reflexionar y poner en dudas, si realmente el Senador electo por la provincia Espaillat, escribió esta repuesta; digo esto, no sólo por las debilidades en la organización de las ideas, sino también por la pobreza de la redacción de la misma.
A pesar de mis incertidumbres, no encuentro otra alternativa viable que ponga en cuestionamiento de que la respuesta al profesor Cepeda no fuera concebida por Varguita, ya que la comunicación fue enviada por uno de sus principales colaboradores en la recién pasada elecciones congresuales y municipales. Partiendo de esa realidad he tomado la decisión de hacer algunas puntualizaciones en relación a la respuesta del señor Varguita al profesor Cepeda.
Juan Cepeda es un mocano amigo, residente en New York quien escribió un breve artículo en la Red de Internet titulado “Un reconocimiento a Juan López”. El referido trabajo mereció la atención del Reservado y no bien valorado Perínclito DR. José Rafael Vargas guaba (Varguita) “Senador Electo” de la Provincia Espaillat; en el recién pasado certamen electoral, el cual obtuvo un 55.14% no logrando alcanzar su anhelado Y cacareado 80% del favor del electorado mocano.
Hay un axioma articulado por el Ing. Hamlet Herman, el cual describe al pele- deísmo gobernante y lo denuncia, atrapado por el “síndrome de pinocho”. El Senador electo es un exponente fiel de lo que la sicología describe como mitomanía. Varguita en su pretendida respuesta a Juan Cepeda, a través del E-Mail:viaductodeportivo@yahoo.com, reitera su vocación por la mentira que pone de manifiesto en su diario vivir.
Dice el Senador electo de origen espurio, por ser hijo del chantaje el uso grosero de los recursos del Estado y la estafa electoral “que nadie lo vio nunca en labores de componendas ni patrocinando acciones deleznables que empobrezca su conducta”, eso puede ser verdad; doctor José Rafael Vargas (Varguita), a Rafael Leonidas Trujillo Molina, tampoco nadie lo vio cometer ignominia ni crímenes contra el pueblo dominicano ni de manera particular contra sus opositores, pero eso no significa que no incurriera en esa práctica perversa.
Dice Varguita, “que el dinero abundó en estas elecciones pero no en sus manos, si no de los que se vieron frente a los colegio electorales de Juan López y toda la provincia comprando voluntades”, se referirá el “candidato electo” específicamente al diputado de su partido Noé Camacho y sus hermanos, que instalaron una compra y venta de voluntades de la que jamás se recuerde en la historia de elecciones fraudulentas algunas. En Juan López, no gano Varguita, se impuso Noé Camacho a papeletazo limpio.
¿Fue a caso el candidato a Senador del PRD el que utilizó las vallas de Indotel para la promoción de su candidatura? No fue usted señor Varguita y no otro el que manejando los recursos del poder hizo una campaña mediática, sólo comparada con la de un candidato presidencial, pagada con los recursos del Indotel, sustituyendo la promoción institucional por la de su presidente, el candidato a Senador de Espaillat por el Gobierno.
Dice Varguita en sus respuestas de marras titulada “Con mentiras no, Juan Cepeda; así no vale.” “tengo un informe de lo que gasté en la campaña.” Pues de ser así, señor Varguita ¿por qué no darlo a conocer al pueblo para auscultarlo? Le aseguro Varguita, que si usted presenta ese informe se pondrán en evidencias muchas falsedades, que por cierto armonizan con su estilo, es decir, que la simulación y práctica que ha sido su constante después que dejara de ser miembro importante del Equipo Estratégico de Comunicación del candidato del Partido Revolucionario Dominicano el DR. José Francisco Peña Gómez en las elecciones de 1996 de cuyo resultado el DR. José Rafael Vargas, salió designado por el candidato competidor del suyo; como Sub-Secretario de Estado de Agricultura, su primera posición de Estado.
Sobre tiburones voraces a quien se refiere en el artículo de marras. Quien es más voraz que quien. “El Senador electo” tendrá mucho que explicar en su momento, todo el que le conoce, desde su origen, sabe que su bienestar económico sorprende al más incrédulo de los mortales por lo vertiginoso y frondoso, así los ciudadanos que pagamos impuestos por diferentes razones y vía merecemos explicaciones.
Sobre la Envidia, resulta risible, es legítimo sentir envidia por un señor de noble cuna, alcurnia social, poseído además por la prepotencia y la arrogancia, hija legítima de la mediocridad. Si es así, yo también tengo envidia.
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