Por el Dr. Cesar Núñez Rojas Oncólogo Clínico
¿Qué podemos hacer mi familia y yo para protegernos del Cáncer?
Sigan un estilo de vida saludable, hay algunos pasos que su familia y usted pueden seguir para protegerse del cáncer. Por ejemplo:
Deje de fumar, si usted es unos de los miles de millones fumadores le aconsejamos que deje de fumar, no lo deje para mañana deje de fumar hoy.
El consumo de tabaco, especialmente fumar cigarrillos, es la única causa de muerte que más se puede prevenir en los Estados Unidos. Fumar cigarrillos de por sí es responsable directamente de por lo menos una tercera parte de todas las muertes por cáncer en los Estados Unidos cada año. Fumar cigarrillos contribuye también a enfermedades pulmonares, cardiacas, ataque cerebral y al desarrollo de bebés con bajo peso al nacer. El dejar de fumar puede reducir en forma considerable el riesgo de una persona de padecer enfermedades del corazón y de los pulmones, y puede limitar los efectos negativos para la salud en los niños.
Entre los efectos de fumar cigarrillos en la incidencia del cáncer fumar cigarrillos causa un 87 por ciento de muertes por cáncer de pulmón. El cáncer de pulmón es la causa principal de muerte por cáncer tanto en hombres como en mujeres. Fumar es responsable también de la mayoría de los cánceres de laringe, de boca, esófago y de vejiga. Además, tiene una relación muy estrecha con el desarrollo y muerte por cáncer de riñón, de páncreas y de cuello uterino o cérvix.
Hay un riesgo de salud para quienes no fuman; Los riesgos para la salud causados por fumar cigarrillos no se limitan a los fumadores. Al exponerse al humo de segunda mano o humo de tabaco en el ambiente, el riesgo de la persona que no fuma de padecer cáncer de pulmón aumenta considerablemente. El humo de segunda mano es una combinación del humo que despide la punta del cigarrillo al quemarse y del humo que los fumadores despiden de los pulmones. Según los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades en Los Estados Unidos (CDC), la exposición al humo de segunda mano causa cerca de 3.000 muertes por cáncer de pulmón entre quienes no fuman y se calcula que es responsable de infecciones del tracto respiratorio inferior en 300.000 niños cada año , el humo del tabaco en el ambiente es clasificado como carcinógeno del Grupo A; es decir, carcinógeno comprobado para el hombre más peligrosos que causan cáncer .
Sobre los compuestos químicos dañinos hay en el humo del cigarrillo, el humo del cigarrillo contiene cerca de 4.000 agentes químicos, incluyendo 60 sustancias que se sabe causan cáncer (carcinógenos) en los humanos. Además, muchas de estas sustancias, como el monóxido de carbono, el alquitrán, arsénico y plomo, son venenosas y tóxicas para el cuerpo humano. La nicotina es una droga que está presente naturalmente en la planta de tabaco y es responsable principalmente de la adicción de una persona a los productos de tabaco, incluyendo los cigarrillos. Al fumar, la nicotina se absorbe rápidamente en el torrente sanguíneo y viaja hasta el cerebro en cuestión de segundos. La nicotina causa una adicción a los cigarrillos y a otros productos de tabaco que es semejante a la adicción producida por el uso de heroína y de cocaína.
El riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con fumar, como el cáncer de pulmón y otros cánceres, enfermedades cardíacas, ataque cerebral y enfermedades respiratorias, está relacionado con la exposición total que se haya tenido en la vida al humo del cigarrillo. Esto incluye el número de cigarrillos que la persona fuma diariamente, la intensidad con que se fuma (es decir, el tamaño y frecuencia de las bocanadas), la edad a la que se empezó a fumar, el número de años que la persona ha fumado y su exposición al humo de tabaco de segunda mano.
Los fumadores que dejan de fumar viven más tiempo que quienes siguen fumando. Además, en cuanto más pronto se deja de fumar, tanto mayor es el beneficio para la salud. Al dejar de fumar, se reduce el riesgo de una persona de morir por cáncer y otras enfermedades relacionadas con fumar este riesgo va a depender del número de años que la persona fumó, del número de cigarrillos fumados en un día, la edad en la que se empezó a fumar y la presencia o ausencia de enfermedades al tiempo de dejar de fumar.
Investigaciones han mostrado que las personas que dejan de fumar antes de los 35 años reducen su riesgo de desarrollar una enfermedad relacionada con el tabaco en un 90 por ciento. Aun fumadores que dejan de fumar antes de los 50 años reducen en forma considerable su riesgo de morir por una enfermedad relacionada con el tabaco.
En Cuanto a la Obesidad y el riesgo de Cáncer, específicamente el cáncer de seno.
El efecto de la obesidad sobre el riesgo de cáncer de seno depende del estado menopáusico de la mujer. Antes de la menopausia, las mujeres obesas tienen un riesgo menor de padecer cáncer de seno que las mujeres de peso saludable. Sin embargo, después de la menopausia, las mujeres obesas tienen 1,5 veces el riesgo de mujeres de peso saludable.
Las mujeres obesas tienen también un riesgo mayor de morir por cáncer de seno después de la menopausia comparadas con mujeres delgadas. Los científicos calculan que cerca de 11.000 a 18.000 muertes por año por cáncer de seno en mujeres estadounidenses mayores de 50 años podrían evitarse si las mujeres pudieran mantener un Índice de Masa Corporal abajo de 25 durante toda su vida adulta.
Otro factor relacionado con tasas de mortalidad más elevadas por cáncer de seno en mujeres obesas es que el cáncer de seno es más posible que se detecte en una etapa más tardía en mujeres obesas que en mujeres delgadas. Esto es porque la detección de un tumor de seno es más difícil en mujeres obesas que en mujeres delgadas.
Se ha encontrado que subir de peso durante la vida adulta es el indicador más consistente y más fuerte de riesgo de cáncer de seno en estudios en los que se ha examinado.
La distribución de la grasa en el cuerpo puede afectar también el riesgo de cáncer de seno. Las mujeres que tienen una gran cantidad de grasa en el abdomen tienen un riesgo mayor de cáncer de seno que aquéllas cuya grasa está distribuida sobre las caderas, las nalgas y las extremidades inferiores. Los resultados de estudios sobre el efecto de grasa abdominal son menos consistentes que los estudios sobre el aumento de peso o sobre el índice de masa corporal.
La obesidad ha sido relacionada consistentemente con el cáncer de útero (de endometrio). Las mujeres obesas tienen de dos a cuatro veces mayor riesgo de padecer la enfermedad que las mujeres de un peso saludable, sin importar el estado de menopausia. También se ha demostrado un riesgo mayor entre mujeres con exceso de peso. Se ha calculado que la obesidad es responsable de cerca de 40 por ciento de los casos de cáncer de endometrio en sociedades opulentas.
No es claro por qué la obesidad es un factor de riesgo de cáncer de endometrio; sin embargo, se ha sugerido que la exposición durante toda la vida a las hormonas y los niveles elevados de estrógeno e insulina en mujeres obesas pueden ser factores contribuyentes.
El cáncer de colon ocurre con más frecuencia en gente obesa que en gente con peso saludable. Se ha reportado consistentemente un riesgo mayor de cáncer de colon en hombres con índices de masa corporal elevados y el riesgo en mujeres, sin embargo, se ha encontrado que es más débil.
Existe alguna evidencia de que la obesidad abdominal puede ser más importante en el riesgo de cáncer de colon. Disminuye el riesgo de cáncer si se evita subir de peso.
Opte por un cambio que puede hacer hoy y disfrute de una mejor salud: consuma la mitad en granos integrales, varié las verduras, coma alimentos ricos en calcio, escoja proteínas bajas en grencuentre el equilibrio entre lo que come y su actividad física.
miércoles, 7 de enero de 2009
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