Cada sesenta segundos que pasan molesto o enojado,
es un minuto perdido de la felicidad que nunca regresa.
La vida es corta, rompe las reglas, perdona rápidamente,
besa lentamente,
ama de verdad, ríe incontrolablemente y
nunca lamenta nada de lo que te hizo sonreír.
La vida no puede ser la fiesta que esperábamos,
pero mientras estamos aquí debemos bailar.
FUENTE: Lic. Queisy Sandoval
martes, 19 de mayo de 2009
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