El pasado 23 de diciembre el Museo del Hombre Dominicano hizo públicas las conclusiones sobre el análisis científico conocido como Carbono 14 que se le practicara en un laboratorio de los Estados Unidos a los 40 cadáveres desenterrados del parque Duarte, (hoy Plaza Duarte) de esta ciudad y estableciendo en consecuencia, que la existencia de los mismos se sitúa a mediados del siglo XVII, específicamente en el 1640.Es bueno hacer notar que la datación por carbono 14 es en la actualidad el único método realmente confiable para fijar la edad de un fósil, cuerpo orgánico o restos en un rango que va de 0 a 60000 (de cero a sesenta mil) años de antigüedad.Pero, qué de interesante poseen estos resultados?
Que aparece un hecho cierto, un eslabón específico, un punto de referencia real, no especulativo para iniciar el estudio o investigación sobre el origen de nuestra ciudad de Moca.Este hallazgo sitúa en un tiempo más distante hacia el pasado el punto de partida que de manera especulativa algunos le atribuían al inicio de este conglomerado o comunidad humana conocida con el nombre de Moca.A los ojos de cualquier investigador o persona preocupada por conocer un hecho objeto de estudio o que le involucre (para el caso de los mocanos) esta datación (o establecimiento de fecha) debe ser recibida con alegría por su validez y utilidad.Válido, por el procedimiento científico seguido para su obtención. Útil, porque proporciona un dato fiable para iniciar un real estudio sobre los orígenes de la comunidad. A partir de aquí, hay que desechar cualquier afirmación no sustentada con la ciencia y la realidad. A partir de ahora, lo que no se corresponda con ese hecho cierto debe descartarse.El hecho comprobado es que para el año de 1640 existía un establecimiento humano numeroso en este lugar identificado hoy con el nombre de Moca.¿Qué lo prueba? Los cadáveres extraídos. Estos, con la ayuda de la arqueología y de otras ciencias, han hablado, y al hacerlo afirman que esta comunidad existía antes del 1640 y, en segundo lugar, desmienten versiones que dicen que Moca se fundara a partir del 1800, o en la segunda mitad del siglo XVIII. (De 1750 en adelante)El hecho de que aparezcan cientos de cadáveres (solo 40 fueron extraídos) enterrados en un lugar, colocados en formas tales que se corresponden con las prácticas de enterramiento cristianas utilizadas y traídas a la isla por los colonizadores españoles, prueba de que se trata de un cementerio de personas de pensamiento religioso cristiano.Prueba también, que si hay un cementerio de esa magnitud existía con él y en su cercanía inmediata una comunidad humana, un conglomerado o población para cuyo uso estaba destinado ese cementerio. Si los cadáveres datan de 1640 es lógico pensar en su existencia al menos décadas antes de su muerte.
Cabe preguntarse entonces, ¿qué otro asentamiento humano o comunidad (aunque se denominase en otra forma) existía aquí que no fuese la de Moca?
La respuesta es que se trata de la misma comunidad que con el transcurso del tiempo, con altas y bajas con los fenómenos naturales y los producidos por el propio hombre, se conoce desde mucho tiempo con el nombre de Moca.
¿Acaso no es revelador el hecho de que tal cementerio esté colocado justamente al lado de la iglesia del Rosario toda vez que se sabe de la asociación espiritual (y ritual) entre iglesia, oficios religiosos (misa) y entierros?
La única iglesia conocida en esta comunidad de que la que se tiene documentación real de su existencia (en la que se produjo el degüello de 1805) es esta (la del Rosario). Si en ella se produjo el degüello de 1805, es porque existía con mucha anterioridad a este salvaje hecho.
Por igual, si aparece un cementerio justamente al lado de la iglesia de la que se sabe que ya existía en el 1805, ¿no será acaso que esa iglesia existía mucho tiempo atrás y que es en este entorno donde siempre ha existido lo que se conoce con el nombre de Moca?
¿Acaso no es un asalto a la curiosidad y un reto al razonamiento lógico un cementerio cristiano al lado de una iglesia cristiana. Que prueba documental y o científica existe de que en lo que se conoce como La Ermita se levantara la primera iglesia de la comunidad?
Estas conclusiones científicas e incontrastables colocan patas arriba, desmantelan en el acto varias versiones orales y escritas inventadas o poco fundamentadas que en momentos diferentes tradicionalistas e historiadores se han inventado pretendiendo suplir la ausencia de información cierta y creíble sobre el origen de Moca.
He visto la publicación de la carta que el Dr. Rubén Lulo Gitte envió a la Academia Dominicana de la Historia en la que enumera algunos documentos que dice tener en sus manos y los que según el “son una prueba irrefutable de que Moca en su segunda y actual ubicación fue fundada en la primera década del 1800” (El subrayado es nuestro, A.D.)
No dudo que el Dr. Lulo Gitte posea esos documentos y que estos contengan los datos que él dice que contienen. A lo que no le atribuyo credibilidad, es a la afirmación contenida en dos de ellos en los que tanto María Antonina Ferreira (en1850, es decir, 50 años después de la supuesta fundación de Moca) de un lado, y Antonio García (en 1872, es decir, 72 años después de la supuesta fundación) dicen que Lorenzo García (El Musú) había vendido solares “para la fundación de Moca a principios del 1800”.
Moca existía desde mucho tiempo antes de 1800 y este hallazgo y datación por carbono 14 de los cadáveres extraídos, son una prueba irrefutable de ello. Lo es también el incendio y degüello de 1805 por tropas haitianas.
Ese horrendo hecho tuvo como escenario esa iglesia (la del Rosario) y las versiones de muchos historiadores y la documentación existente de la fecha lo testimonian y precisan de 450 a 500 las personas que perdieron la vida en la iglesia ese fatídico día del 3 de abril de 1805. Si los haitianos asesinaron 450 ó 500 personas era porque había una comunidad mucho mayor ya existente y como sabemos, una población humana numerosa no se establece en poco tiempo.
El Dr. Lulo Gitte afirma que uno de los documentos que posee (elaborado en 1873) “es el único testimonio donde se habla del degüello producido por las tropas haitianas”.
Pienso que no es solo ese el documento en que se habla de degüello. Existen varios, pero el más rico de todos y el más detallado que habla no solo de lo sucedido en Moca sino también en Santiago y otras poblaciones es el de Gaspar Arredondo y Pichardo, “Memoria de mi salida de la Isla de Santo Domingo el 28 de abril de 1805”, quien fuese combatiente en contra de los haitianos en esos desmanes. Es el testimonio de un actor en el escenario, alguien a quien nadie le contó ni recogió versiones ajenas. Es la suya la que el texto recoge, su propia experiencia.
En el “Diario de Campaña” del propio general Dessalines hay descripción y detalles que asombran por el salvajismo y bestialidad descritas por el propio encargado de llevarlos a cabo. Venida esta confesión de la propia bestia salvaje, a nadie debe quedarle dudas de su decir, que por demás, encaja totalmente con el testimonio de Gaspar Arredondo y Pichardo.
Finalmente el Dr. Lulo Gitte habla de una segunda y actual ubicación de Moca como si hubiese una ubicación anterior a esta. No es él quien primero habla de esto. Existen versiones sin fundamento alguno que sugieren que Moca se inició en Estancia Nueva y La Ermita para la segunda mitad del siglo XVIII, esto es para los años que van de 1750 a 1800.
Sobre eso hablaremos en una próxima entrega. Por ahora, sólo nos resta reiterar la necesidad escuchar el decir de esos cadáveres que han hablado y con una claridad meridiana.
sábado, 14 de marzo de 2009
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