Por Arcadio B. Rojas
MOCA.- Los vendedores de muestras médicas en esta ciudad decidieron cerrar por 48 horas las puertas de sus establecimientos para protestar ante una supuesta persecución por parte de las autoridades de la Secretaria de Estado de Salud Pública y Asistencia Social.
Además los dueños de puestos de medicinas lista B dijeron que esperan la presencia de las autoridades para que realicen una minuciosa inspección en sus negocios.
En visita a los medios locales de comunicación afirmaron que ellos no venden medicamentos falsificados, como se ha querido decir con el solo interés de perjudicarlos.
“Nosotros vendemos a bajos precios muestras médicas a los pobres, no medicina falsificada”, explicaron los directivos de la Asociación de Dueños de Puestos de Medicina de esta ciudad.
Se calcula que en la ciudad de Moca funcionan más de 400 puntos de ventas de medicamentos sin ningún tipo de regulación por parte de las autoridades de Estado de Salud Pública, los que son atendidos por personas en su mayoría sin los mínimos conocimientos.Marcelino Trinidad, presidente local de la Asociación de Dueños de Puestos de Medicinas, reconoció que los más de 120 miembros que tienen regulación, pero dijo que no temen a una inspección en ese sentido “y lo demuestra el hecho de que tenemos nuestros negocios abiertos con los productos en las áreas de exhibición, de forma natural”.A los puestos de medicina que operan en distintas partes de la ciudad de Moca acuden personas de todos los extractos sociales en busca de medicamentos para curarse los más variados problemas de salud.
Sin embargo, en otras oportunidades en Moca se han detectado incluso en farmacias la venta de productos falsificados y alterados.
Asimismo, se han detectados medicamentos con las fechas sustituidas porque se venden vencidas, poniendo en peligro la salud del pueblo.
En una oportunidad se realizaron allanamientos en surtidoras, las que también se dijo se dedicaban a vender medicamentos falsificados.
En sentido, sectores médicos han atribuido la proliferación de puestos de venta de medicamentos al clientelismo político que persiste en el país.
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